27. Súper Crispín contra el sátiro de la silla

lunes, 28 de enero de 2008

Me enteré entonces de que en el patio de comidas de un famoso shopping de la capital (aún no conseguí auspiciantes para mis aventuras), un grupo de tres bellas damiselas corría serio peligro: las acechaba el sátiro de la silla, un archifamoso rufián que siempre ataca a mujeres que estén reunidas en número impar, y dispuestas a almorzar juntas.

El modus operandi del sátiro en cuestión consiste en acercarse sigilosamente y, sin pronunciar palabra, apropiarse de la silla número par que no está siendo ocupada por ninguna de las víctimas; poniendo así en grave peligro la integridad de los bolsos, carteras con animal print y saquitos de hilo que pudiesen estar reposando en el respaldo de la silla arrebatada. Todo este reprochable accionar acompañado de un gesto de triunfador con las mujeres, que poco combina con las facciones de infradotado y la chomba roja del sátiro; agravado además por el hecho de que es aplaudido y alentado por su grupo de secuaces, que suelen observarlo desde una mesa contigua ante la eventualidad de que tengan que salir a socorrerlo.
Cuando supe que nuevamente se trataba de él no quise escuchar un segundo más de la conversación telefónica, y le corté al comisario sin decirle adiós. Ustedes sabrán que las mujeres son mi gran debilidad; así que salí volando (literalmente) hasta el lugar donde se encontraban las indefensas señoritas. El problema es que mi otra gran debilidad son las empanadas, y cuando llegué al patio de comidas me tenté demasiado; tanto como para arriesgarme a perder tiempo haciendo la cola para poder comprarme tres empanadas de carne.
Para cuando finalmente tuve mi antojo servido en bandeja ya era demasiado tarde: encontré a las señoritas desconsoladas, comiendo sanguchitos en una mesa mientras insultaban intensamente para ir descargando algo de bronca y angustia. El sátiro ya había atacado, y logró escaparse sin inconvenientes. Y como si fuera poco, ahora la mesa tenía una silla menos y no me quedo otra más que comer las tres empanadas de parado.

1 comentario:

Andru dijo...

entonces debemos entender que el lugar de venta de empanadas es secuaz del sátiro de la silla...
las empanadas serán la criptonita?