La cuestión es que cuando me ve pareciera como si lo atacaran los nervios, porque entonces se le resbala la manguera y empieza a salpicar para todos lados; hasta juraría que se le debilita el chorrito.
Mínimamente debe estar sospechando algo, pero no me imagino cómo pudo haber encontrado una pista. Mis cosas están muy bien escondidas en el departamento, y no las encontraron ni mis papás; está bien que mamá no es una fanática de la limpieza, y papá es medio autista, pero igualmente el portero nunca entra a nuestra casa. El teléfono rosita está en mi pieza, pero eso genera más sospechas acerca de mis preferencias sexuales que de mi súperheroismo. Estoy convencidísimo de que Burbujita es incapaz de contarle mi secreto a nadie. Para ponerme el traje me cambio en la terraza del edificio, y siempre tomo la precaución de cerrar antes con llave. Después me voy volando directamente desde ahí... No hay forma de que el portero me haya podido encontrar en alguna situación extraña.
Bueno, al menos Burbujita puede usar el baño callejero con mayor tranquilidad, ahora que no se me paran a hablar.
12. No hay forma
martes, 2 de octubre de 2007
Publicado por Súper Crispín en 20:05
Etiquetas: Súper Crispín
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4 comentarios:
ahi va el teléfono rosita de nuevoo
y la familia... y el porteroo y su manguera, pobre hombre...
q complicado ser super críspin..
vos sí q sabés ehhh
pero si vos no sabes de que sabes, como voy a saber yo?
tanto arena poca playa
ta luegoo
y además
le sumás la abuela al tiempo
y me pregunto
humilde
cuando se enfrenta super crispín al tiempo
y su tiempo
entre los rings del fono rosa
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