02. De capa caída

martes, 28 de agosto de 2007

Este último fin de semana anduve de capa caída. Bah, ni siquiera eso porque me la perdieron. El sábado estaba bastante apurado, porque me habían avisado de la comisaría que había un robo con toma de rehenes en el casino de Tigre (ahora que no puedo volar tardo el doble en llegar a cada lado; decir que hace años que pido siempre al mismo radio taxi, y como me conocen, enseguida me mandan auto.) La cuestión es que ya estaba listo para salir, cuando pasé por al lado del espejo y me detuve dos segundos para acomodarme el escudo, que me había quedado un poco torcido. Parecía un bañero de la década del veinte, con una de esas ridículas mallas colorinche de una pieza que se usaban en la época. Francamente la capa siempre te viste, te da otra presencia; en especial cuando hay un poco de viento y flamea. Para colmo el traje me hacía bolsa en la entrepierna, un poco de defecto en la cintura, y parecía diez kilos más gordo. Tengo que admitir que me estuvieron saliendo algunos rollitos últimamente, sobre todo en la cintura, y con la capa los disimulaba un poco mejor. No sé de qué estoy engordando, porque entre los dos trabajos no tengo tiempo ni para comer. Mi mamá me dice que es por la mala alimentación, que como muchas porquerías recalentadas, me salteo comidas, almuerzo a cualquier hora, no mastico y me atraganto. Y no crean que soy un fanático de la estética, pero mi gente espera verme espléndido. Corrijo: mi gente exige verme espléndido, jamás perdonarían que su héroe no esté en forma. Las personas cuando te idolizan son absolutamente despiadadas, no te dejan pasar una. Y la prensa es todavía peor. Seguro que Batman debe tener su propio entrenador personal y por eso siempre luce divino, pero explíquenme cómo hago para pagarme un personal trainer cuando tengo que gastar cuarenta y cinco mangos en un taxi hasta Tigre. ¡Cuarenta y cinco mangos! Le voy a rendir los viáticos al Comisario, pero de acá a que me los paguen... Ellos sólo son rápidos y expeditivos a la hora de compartir el crédito por mi trabajo. Mientras tanto voy a tener que luchar metiendo panza.

No hay comentarios: