A juzgar por lo que vi hoy en el espejo, ahora no sólo puedo volar sino que también puedo flotar. Me saqué la remera y aparecieron dos curvas a cada lado de mi cintura, como las asas de una tetera antigua. Hundí un dedo de costado, y pensé que ya no lo recuperaba más. Yo no puedo creer que esté con sobrepeso; porque si bien el trabajo de oficina es muy sedentario, luego me paso toda la noche gastando grandes cantidades de energía en combatir a los criminales. Muchas veces incluso llevo a cabo proezas físicas muy exigidas que deberían estar quemando calorías a borbotones, y en variadas ocasiones no tengo tiempo ni para comer. Sin embargo no sólo no estoy desnutrido, sino que dentro de poco mi cara ya no va a caber en la foto de mi DNI.
Francamente no logro entender cómo esos flotadores llegaron hasta ahí, pero parece que llegaron para quedarse.
17. Un nuevo enemigo ataca
lunes, 19 de noviembre de 2007
Publicado por Súper Crispín en 17:15
Etiquetas: Súper Crispín
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2 comentarios:
Super Crisín, no tenés que amargarte por eso. Existe una rama de superhéroes que se dedica a combatir estos flagelos de la humanidad: los cirujanos plásticos. Te clavan una cánula en el rollito que tanto te atormenta y lo hacen desaparecer. ¿Querés que te pase un teléfono?
besitos Super Cristal
Estimado Super Crispín: te has topado con mi enemigo más temido, el cual me viene aquejando durante años y no he podido vencerlo. Es más, en la lucha contra los flotadores ya he tirado la toalla.
Atte.
SuperVagancia
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