Una clienta estuvo cuarenta y cinco minutos seguidos (los controlé por reloj), discutiéndome que la cartulina que yo le estaba mostrando no era fucsia, sino rosa violáceo. Francamente no me importaba que fuera púrpura azulado, o un bordó con tintes de rojo anaranjado; yo sólo quería que se fuera con la bendita cartulina hecha un rollo. Incluso estaba por ofrecerle que se llevara el aparador entero sin pagar, para enviarlo a que le hagan pruebas en un laboratorio, y luego decidir si se quedaba con alguna de las cartulinas. Pero entonces dijo que no, que mejor no, que iba a quedar mejor en papel afiche. “¿Papel afiche? No nos quedó, señora.” Y obviamente hizo bien en no creerme.
Definitivamente este es el último fin de semana en que lo ayudo al tío con el local. A veces me pregunto si los clientes no me estarán estresando más que los villanos. Y también me pregunto si mi teléfono será rosita nomás, o si en realidad es color salmón.
16. Súper engamado
martes, 13 de noviembre de 2007
Publicado por Súper Crispín en 18:54
Etiquetas: Súper Crispín
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2 comentarios:
Tu capacidad de creatividad literaria es increíble!
Gracias por las risas!!!
Coni
Super Crispín, ¿no se te ocurrió que hay personas con daltonismo?
besitos Super Cristal
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